"La vida, tomándola tal como es, sin exageraciones ni engaños, no es tan mala como dicen algunos. "
Bécquer

domingo, 7 de octubre de 2012

Futbol y zapatillas rojas



A muchas mujeres les costara trabajo entender la relación que existe entre un hombre y un balón, de la misma forma que a nosotros nos cuesta mucho trabajo entender el éxtasis que les provoca a ellas unas zapatillas rojas o unas botas negras, y siendo honesto el único placer que nos puede provocar a nosotros es cuando las vemos caer al suelo, o las usan para atarte el cuello

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(memories, oh memories!)

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Continuando con este pseudo-ensayo de este pseudo-escritor, esa relación guarda el mismo valor que tiene la punta de la lanza con el Neanderthal que todos llevamos dentro, si bien decía un colega que los deportes se inventaron el mismo día que dejaron de existir los mamuts, pues bien, había que demostrar quien era el mas rápido, fuerte y zagas de la manada, el mejor proveedor, después de algunos miles de años de historia, es así como llegamos al día de hoy en donde vemos a usain bolt flotar sobre la arcilla en menos de 10 segundos a lo largo de 100 mts. Al rugir de miles de espectadores, o a cristiano Ronaldo anunciando un nuevo producto de belleza que dejara tu cabello mas sedoso y radiante… WTF…

La idea esencial hoy en día parece ser discutir quien es el que gana más dinero, quien tiene la mejor pareja, o quien es el que ha tenido las historias más extravagantes e inverosímiles, es ahí donde reflejamos nuestra esencia mas primitiva, la de competir, y lo hacemos a diario, al discutir sobre música, futbol o nuestra bien apreciada evaluación educativa, la idea de ser sometidos es una idea siempre presente, que exaspera nuestro pensamiento, y en especial la del mexicano, dios sabe que hacemos sonar la bocina del automóvil y de que forma cuando alguien se nos atraviesa en el camino el TA, TA, TATATA!, es mas reconocido que el himno nacional. 

Nuestra relación con el balón es la misma que tenemos con nuestros instintos, es la de competir y la de dejarlo todo en una idea, la idea de ser el mejor… de niño yo jugaba al futbol, jugaba en una unidad donde por ser el menor jugaba de portero, y no era malo, era malísimo, pero de vez en cuando sorprendía sacando el balón en la ultima raya, justo antes de tocar la banqueta y les arrebataba la sonrisa del gol a los mas grandes de la unidad, total me cambie de unidad y no seguí practicando, poco a poco, mi relación con el balón se volvió mas distante y fría, ahora muy de vez en cuando veo un partido de los pumas de la UNAM, eso si, cada 4 años, el glamour, la pasión, la entrega y el gol, me seducen durante la copa del mundo, de una u otra forma me recuerda a ese niño que les arrebata la gloria a los mayores. *me dibuja una sonrisa*

De la película de Rudo y Cursi, por Darío Vidali, el "Batuta":

(Léase con acento argentino de hombre maduro, con gusto por el whiskey, las bellas mujeres y con olor a tabaco y mar en la camisa.)
  • Hace tiempo un chabón me contó que el juego más hermoso que jamás haya creado el hombre nació con la cabeza de un soldado degollado y, obvio, con la patada llena de rabia que le dio un soldado enemigo. El primer gol, no oficial por supuesto, se decretó al pasar la cabeza volando por entre los árboles. "Oye eso es terrible", le dije al boludo; "depende", me contestó, "terrible para el arquero, pero para el delantero, fue la gloria." 
  • En el juego, como en la vida, el esfuerzo individual no es nada si no es parte del esfuerzo colectivo. La colaboración no se entiende sin el principio básico de la generosidad. Todos nos brindamos por una misma causa, esa actitud nos une y nos hace hermanos. 
  • El llano potrero es una paradoja, es en lugar más pobre y desamparado donde encontrás al diamante en bruto, sin vicios, puro. ¡Es un milagro! 
  • Dicen que las primeras guerras de la humanidad sucedieron entre hermanos, y que más tarde nació el juego para evitarlas, imitándolas simbólicamente. Es una lástima que en nuestros días se confundan la guerra con el juego, y el juego con la guerra, especialmente entre hermanos. 
  • Todo en la vida es una apuesta: una pelota pega en el poste y se va fuera o es gol, ¿de qué depende el resultado?, del destino por supuesto, y del efecto que se le imprime a la pelota al golpearla. 
  • La banca es un purgatorio, es como un pantano: entre más te quedás y menos entrás, más te hundís. Es lo más parecido a llevar a tu novia de luna de miel, no poder hacer el amor, y además soportar que veintidós boludos y tres policías se agasajen con ella ante la mirada cómplice de miles. 
  • No es nada personal pero para mi los arqueros desde siempre me han parecido seres luminosos, pajaros de mal agüero. Personajes solitarios, ermitaños que todo lo ven de lejos y que tienen permitido lo prohibido: se encargan de evitar goles y, al hacerlo, frustran toda alegria. ¡Son una catástrofe!
  • Los reencuentros son siempre momentos mágicos. Como el gol de un delantero después de una mala racha, o tocar la pelota después de una lesión prolongada, o el regreso de un hincha al estadio luego de años de ausencia. 
  • El amor a la madre y el amor a la camiseta son la misma cosa. Y es que la vieja es nuestra primera identidad; por su amor, se lucha como por la vida. Todo hincha quiere demostrar que nadie ama a la camiseta como él, y todo hijo sabe que nadie ama a la vieja como él. 
  • Decime si miento: el amor a la mujer es el mismo que el amor a la pelota. Hay que saber encontrarla y enamorarla, hay que cuidarla, guiarla con talento, ordenándole cuando es necesario pero siempre manteniendo el control. 
  • Qué fácil sería si al nacer uno pudiera identificar la diferencia entre pasión y talento. Es la misma diferencia que existe entre un hincha y un crack, entre adorar y ser adorado. 
  • El Fair Play acaba en donde comienza la intolerancia, cuando los hermanos deciden que el juego vuelve a ser guerra y entonces desaparecen las pelotas y regresan las cabezas degolladas para saciar la rabia y el rencor acumulados. Es una lástima. 
  • ¿Pero qué se puede hacer cuando después de tantos años de adorar la camiseta, de cantar y gritar defendiéndola, muriendo por ella, ella encuentra a alguien con más pulmones y más ganas y que dice que sabe cantar y morir mejor por ella? ¿Cómo hacer a un lado el orgullo herido? 
  • El problema del amor a la pelota es que todos quieren con ella, y ella quiere con todos. Por eso es tan importante cuidarla. 
  • Penalti significa castigo. El castigo suele ser sólo para uno: para el que falla; el que acierta se cubre de gloria. Si ambos resultan castigados entonces significa que el juego de la vida que es el más grande, le ganó al juego del fútbol que es el más bello. 
  • Todo, por amor al fútbol.

Gracias a Esáu por su recopilación.  



Rudo y cursi, texto en off.

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